miércoles, 17 de noviembre de 2010

Carta de un líder cansado

Mis migajas son sus banquetes y mis sobras sus fortunas. Mis palabras necias su filosofía y mis caprichos su religión.

A mi paso espontáneo y relajado le siguen sus carreras torpes y nerviosas, y al afinar casual de mi mirada sobre ustedes, se derrumban sus esperanzas y sus tímidos anhelos de cualquier cosa.

Porque un día decidí que todo lo que hay es mío y por mí, y porque ustedes aún no han querido llegar a la misma decisión.

Aunque el día que lo hagan, aunque no lo crean ahora, ustedes y yo seremos lo mismo.

Y por ese día espero, para poder descansar.

por David Cerqueiro R.