jueves, 12 de diciembre de 2013

En Caracas

Mil carros en cardumen. Olor de lluvia y humo negro de gandola. Frío raro de aire acondicionado, reflejos de velocidad electrónica, sonrisa cínica de elecciones, grutas de pavimento, caos adoptado, orden natural en reino.

Puentes de hierro, enjambre de motorizados, mujeres culonas, fritura de acera, restaurante lujoso, raído y blindado. Teléfonos inteligentes, barrigas indisimuladas, tacones de aguja, alcantarillas malogradas, chiste rápido y agudo, que después de un rato, pone a pensar. 

Sabor a historia contemporánea, a frustación intermitente, a gozo de lo ordinario. 
Urbanidad derrocada por la jungla, por la falda del cerro, por castas jamás superadas. 

Y sol que insiste y siempre gana. Como la risa perfecta, que se consigue en Caracas. 


por David Cerqueiro R.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario